Historia

Muxía es una villa marinera por excelencia; la mayoría de sus casas están construidas encima del tómbolo de arena que se formó entre la península que tiene su punto más alto en el Monte Corpiño (67 m.), verdadera mole granítica situada al norte de la villa, y el Monte Enfesto en la parte sur.

Las primeras casas estaban situadas en la zona de la ribera al amparo del Monte Corpiño, donde estaba la antigua playa hoy desaparecida por la construcción del malecón y el puerto. La plaza de O Cabo da Vila, como bien indica su nombre, formaba el extremo sur del núcleo urbano.

La zona de la Camposa, en la actualidad totalmente urbanizada, era la zona más llana donde se situaban las pocas tierras de cultivo que disfrutaban sus habitantes. Resulta difícil, por la falta de documentación y vestigios históricos, saber cómo y cuándo se fundó la villa de Muxía. Su origen está seguro vinculado a estos tres factores: el monasterio de Sano Xiao de Moraime, que ejerció una gran influencia durante toda la Edad Media sobre las tierras próximas; el santuario de la Virgen de la Barca – su historia va pareja a la historia de Muxía – y, por último, el Conde de Altamira, de quien uno de sus hombres más allegados, el Capitán Fernán Álvarez de Carantoña, poseía un pazo en la villa situado en el lugar de la Pena de O Pazo. No obstante podemos citar algunos ejemplos de referencias históricas:

  • Portulano del genovés Pedro Vesconte, publicado en el año 1313.
  • Muxía recibe el estatuto de villa hacia el año 1345.
  • Historia Compostelana (Tomo VII): López Ferreiro hace referencia a la arribada de galeras venecianas al puerto de Muxía a finales del siglo XIV.
  • Memorias del arzebispado de Santiago, escritas por el Cardenal Xerónimo del Hoyo en el año 1607.
  • Obra Historia de La Coruña de X.R. Barreiro Fernández: la villa de Muxía es invadida por una escuadra francesa en el año 1552.
  • Obra Geografía del Reino de Galicia de Carré Aldao: Muxía y todo su territorio sufren grandes daños durante la invasión de las tropas napoleónicas a Galicia en el año 1809.

A principios del siglo XIX sobresalía ya la importancia pesquera de Muxía, destacando sobre todo las capturas de sardina y congrio; a mediados del siglo, la villa ya cumplía la función comercial y de servicios con respeto al resto del ayuntamiento, comenzando a sobresalir también de manera importante el arte del encaje.

A principios del siglo XX Muxía era una villa marinera que contaba con algo más de mil habitantes. La playa era el lugar de atraque de las pequeñas embarcaciones que se movían a remo o a vela, mientras que la Plaza de la Constitución era el centro de la villa donde se celebraba el mercado.

La primera vía de comunicación con la que contó Muxía fue la carretera Muxía-Berdoias, que le permitía comunicarse con la capital de la provincia a través de los primeros transportes de motor aparecidos en los años veinte. Y también a finales de esta década es cuando llega la luz eléctrica a la villa.

Los años de la Guerra Civil y de la Posguerra fueron difíciles tanto para el progreso cultural como para el económico, siendo a partir de los años 50 cuando comienza a desaparecer la miseria gracias a la cotización del pescado.


La verdadera explosión económica de la villa se produjo con el descubrimiento del caladero Canto, haciendo cambiar el aspecto de la villa por completo principalmente durante la década de los 70 (renovación completa de la flota pesquera, construcción de nuevas casas con materiales de ladrillo y cemento, etc.), aunque hoy en día la importancia del sector no es tan alta debido a la reducción del número de capturas y de especies. En la actualidad Muxía es una villa marinera que actúa de centro comercial y de servicios de todo su término municipal dándole un cierto dinamismo, convirtiéndola en un centro de atracción para los habitantes del medio rural de todo el ayuntamiento.