Encuentro con el mar y limpieza de los coídos de Touriñán

23 de Abril. Después de tres aplazamientos, ayer sábado 23, era el día en que, por fin, de acuerdo con la ciencia meteorológica, no tenía que haber llovido por la mañana, a la hora fijada para la tarea tan esperada. Sin embargo, conduciendo hacia el punto de encuentro en el faro, el cielo era todo un paño denso de nubes negras empapadas de agua. Llovía a destajo. Parecía el fin de la tierra, el fin del mundo. Daban ganas de cambiarlo rumbo 180 grados e ir de vuelta para casa.

El milagro se produjo al llegar al faro a las 11:00 horas, a la hora convenida, y asomar al balcón del océano.
Paró de llover, en una calma expectante, desde la línea del horizonte se fue levantando el paño de nubes negras y un cielo azul y protector fue abriendo sus brazos sobre toda la línea de costa, con el Vilán en la lejanía. El sol brillaba en lo alto. Ya estaba todo claro. Era la hora de poner manos a la obra para curarle la herida del costado al fin y a la postre de Touriñán.

Un voluntarioso grupo de 18 adultos y dos niños pequeños, durante 2 horas recogieron la basura plástica desparramada por toda la ensenada, por la bolera, por el monte arriba entre los brezos y los tojos, por el juncal…

Juntamos 32 sacos grandes llenos de plásticos más un montón a granel: cabos, bidones, cajas rotas, redes deshechas, nasas de pulpo, trozos grandes de boyas, plásticos y plásticos de todo tipo.

Cinco de los participantes, en su regreso a casa, hicieron un alto en el coído de Moreira, hacia los vientos del norte, y juntaron un montón más de basura cargando un big-bag que encontraron arriba de las piedras.

El todo terreno del ayuntamiento de Muxía con su remolque y su gente participativa, hicieron escala en los dos coídos y llevaron toda la basura para su clasificación en el punto limpio.

Fue una jornada buena, espléndida, con la sensación gratificante y compartida de haberle echado una mano al mar, a nuestro paisaje, a nuestra naturaleza.

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Asociación Mar de Fábula

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